Indigna agresión de cirujano a enfermera

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Tras viralizarse el video en el cual el médico cirujano plástico Manuel Enrique Guzmán García empuja a una enfermera que exigía atención a un paciente en una clínica particular de la ciudad de Chihuahua, el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Néstor Armendáriz Loya, sostuvo que la actitud del médico resulta totalmente reprobable, pues bajo ninguna circunstancia se puede justificar una agresión física a una mujer.

La diputada Ivón Salazar, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, reprobó los indignantes hechos y sostuvo que deben castigarse con independencia de que sean o no denunciados, asunto en el que deben intervenir los colegios de médicos, sindicatos y asociaciones para prevenir estos actos.

Por su parte, el Colegio de Médicos Cirujanos Plásticos del Estado manifestó la desaprobación total sobre la conducta errónea del médico cirujano plástico Manuel Enrique Guzmán García, deslindándose de dicho profesional y ofreciendo una disculpa pública “ajena” por este acto violento.

Los hechos

El pasado sábado la enfermera, identificada como Magdalena, quien labora para uno de los hospitales de Gobierno del Estado, acudió a la Unidad de Cirugía Ambulatoria (UCA) ubicada en la calle Fernando de Borja 401, en la colonia San Felipe, para visitar a una familiar que se había sometido a una ritidectomía, procedimiento que consiste en un estiramiento facial.

De acuerdo con la versión de “Kío Daniel”, perfil de Facebook que compartió el video de la agresión, la enfermera comenzó a reclamarle al doctor Guzmán por la mala atención que había recibido su pariente, quien pese a presentar un hematoma en la cara que derivó en una insuficiencia, el cirujano tardó casi tres horas en llegar a la clínica.

La grabación de 2:54 minutos fue tomada por una persona del sexo masculino, cuyo nombre se desconoce. En ella se observa a una paciente postrada sobre la cama, con vendajes ensangrentados en el rostro y a una asistente de la clínica brindándole atención.

También se ve a Magdalena forcejeando con el doctor, mientras ésta habla con el “doctor Modesto”, que no aparece en el video, pero es a quien la mujer pareciera estar advirtiendo de una negligencia. Momentos después, el doctor lleva a la enfermera hasta la puerta de la clínica para luego empujarla, provocando que cayera de espaldas.

Pese a que la enfermera queda tendida sobre el piso sin reaccionar, el médico cierra la puerta y refiere que ella lo golpeó en la cara y que lo principal es atender a la paciente.

El video fue compartido por el usuario “Kío Daniel” el domingo 12, alrededor de las 20:00 horas. Para ayer, la grabación ya había sido replicada por otros perfiles y medios de comunicación.

Al buscar una respuesta en la UCA mediante llamada telefónica, no se tuvo respuesta alguna; tampoco hubo respuesta en el número de celular que aparece en el perfil del médico cirujano en Facebook. Por ello, El Diario visitó las instalaciones de la clínica para entrevistar al doctor Guzmán sobre los hechos del pasado sábado, sin embargo, no se encontraba en lugar. Sin permitir el acceso a la clínica, una de las empleadas refirió que en ese momento no había nadie que pudiera responder a las preguntas que tenía esta casa editora. 

Reprueba CEDH agresión

Néstor Armendáriz explicó que, al tratarse de una institución privada de salud, la CEDH no puede intervenir directamente; no obstante, el órgano mantendrá sus puertas abiertas en caso de que la afectada se acerque para buscar acompañamiento y asesoría.

Por otra parte, refirió que, sin menoscabo de la denuncia que la afectada pudiera presentar ante la Fiscalía General de Estado (FGE) por lesiones, la paciente también tiene la posibilidad de interponer una queja contra el cirujano ante la Comisión de Conciliación y Arbitraje Médico para el Estado de Chihuahua (Cocam), si considera que existe alguna mala práctica.

En este tenor, la titular de la Cocam, Nora Ileana Villa, refirió que sólo podrá intervenir a partir de la queja que presentase la paciente, pero no tiene injerencia en el caso de la enfermera que fue empujada por el cirujano, pues esto debe ser atendido por la Fiscalía en caso de que se denuncien los hechos.

Detalló que, de recibir la queja, la Cocam deberá buscar la solución del conflicto a través de mecanismos alternos como la conciliación y el arbitraje.

Deben castigarse los hechos

La diputada Ivón Salazar, presidenta de la Comisión de Igualdad en el Congreso del Estado, dijo que debería haber una consecuencia inmediata, independientemente de si la víctima ejerce su responsabilidad de denunciar ante las instancias correspondientes. 

Resaltó que se trata de un hecho reprobable en todo sentido, y urgió a que mediante el castigo ejemplar de este tipo de actos se abogue por el respeto y erradicación de las violencias en el ámbito laboral.

Destacó también la gravedad de que se presenten estos tipos de violencia, aun frente a una persona convaleciente, además de que deben intervenir los colegios de médicos y representaciones de enfermeras, así como sindicatos y organizaciones de la sociedad civil para la protección de las profesionales de la salud que se encuentren en climas hostiles similares.

“Lamentable, es un acto reprobable que definitivamente e independientemente que no exista denuncia como tal por parte de la afectada, se debe castigar, es una agresión evidente. Debe de haber una consecuencia independientemente si hay denuncias o no”.

Toma distancia el Colegio de Médicos

El Colegio de Médicos Cirujanos Plásticos del Estado reprobó la conducta errónea del médico cirujano, se deslindó del mismo y ofreció disculpas por este acto violento.

En comunicado enviado en las redes sociales de dicha agrupación señalaron que el médico se desempeña de manera independiente y no es parte del Colegio.

Dicha organización profesional, explicaron, reúne a más de sesenta subespecialistas de cirugía plástica que siempre se han conducido de manera profesional, ética y humana.

“Desaprobamos cualquier acto violento principalmente aquél que va dirigido a una mujer que en este caso agravia y lacera a nuestro gremio”, señalando el “total deslinde del doctor Guzmán García pidiendo una disculpa ajena por los hechos suscitados ya que demerita nuestra profesión”.

Crónica de un acto indignante 

En el video se aprecia una camilla con un paciente, una puerta blanca, es una instalación médica. 

De pronto aparece una enfermera con uniforme clásico dirigiéndose hacia la camilla donde descansa recostada la paciente, de quien desconocemos la identidad. Hay susurros, murmullos, que se van convirtiendo abiertamente en gritos.

Hay forcejeo en la puerta. Aparecen dos personas, un hombre joven, el médico agresor Manuel Enrique Guzmán García, sujetando del brazo a Magdalena, una enfermera que trae un celular en la mano, y quien llegó para visitar a su conocida, quien se atiende en la clínica. Se sueltan de pronto y toman distancia.

“Me está golpeando, doctor Modesto”, dice Magdalena, quien viene forcejeando con el médico tratante de la paciente, en su clínica, la UCA, ubicada sobre la calle Fernando de Borja.

“Mira lo que está haciendo, me está golpeando”, insiste Magdalena, dirigiéndose también a quien graba el breve video, y de quien no sabemos el nombre.

“¡Grábalo, grábalo, graba todo eso, me golpeó!”, insiste Magdalena.

Vuelve a gritar: “¡Me está golpeando, doctor Modesto!”, como hablando Magdalena a alguien en el aparato celular, quien suponemos es el Dr. Modesto. 

“¡Me corrió!”, grita.

“Exactamente”, le contesta Manuel Enrique, el médico, “voy a revisar a mi paciente”.

“Aquí está conmigo”, lo interpela quien graba el video.

“¡Pero aquí mando yo!”, contesta Guzmán y le ordena: “¡sácala por favor, voy a revisarla!”.

En el fondo se escucha decir a la paciente “¡Llévenme a un hospital!”. Trae una venda ensangrentada que le cubre la cabeza y parte del rostro.

“Deje de grabar por favor, señor, y por favor ayúdeme ahí”, dice el médico Guzmán.

“No es en contra de la ley, ¡necesitamos atenderla de urgencia!”, responde quien graba.

“¡Mire, deje de grabar!”, le dice de nuevo el médico.

La cámara del celular se enfoca a la paciente, y de pronto de nuevo gritos y forcejeo.

“¡Nena, háblale a la Policía!”, grita quien graba.

Magdalena, con su suéter azul de enfermera, con logos de la Secretaría de Salud, grita: “¡me está golpeando!”, dirigiéndose de manera insistente a quien llama doctor Modesto y que, se supone, está en la llamada del celular.

El médico Manuel Enrique la jalonea tomándola del brazo. Los gritos siguen. La saca de la habitación y la empuja, jaloneándola.

En un momento, ya están en la recepción de la clínica. Abre la puerta el médico Guzmán. Está ella (Magdalena) de espalda, vemos su rostro –cede el cubrebocas que traía–, ¡es una adulta mayor! 

La avienta, cayendo de sentón sobre la banqueta, ya en el exterior. Se queda tirada en el suelo. Alguien llega y dialogan.

Quien graba se sobresalta. “¡My god, no se hace así!”.

“Ella me golpeó en la cara”, se defiende el médico. “Primero es el paciente”, recalca, dirigiéndose hacia la habitación donde inició el video.

“¡No puedo creer esto!”, exclama con dificultad quien graba. “¡Qué situación! No puedo creer esto, diosito santo”. Respira con dificultad. Se queja, jadea.

Se dirige a la puerta de salida y graba desde adentro, no puede abrirla, toca al botón para abrir y nada, y la enfermera Magdalena tendida en el exterior.

El doctor aparece en escena de nuevo, abre la puerta, algo dice. Se voltea y habla –se supone– con su enfermera: “la atiende, por favor”.

Termina el video. Increíble. 2 minutos con 54 segundos que parecieron una eternidad.


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